Dia Internacional dos Museus 2023

Alejandra Saladino [i] 
Diana Zárate-Zúñiga [ii] 

(para versão em português, clique aqui)

Después de una pandemia que puso en evidencia los efectos negativos del aislamiento, pero a la vez los efectos positivos de la cultura y de los museos en el bienestar y la salud física y mental de las personas [iii], el Consejo Internacional de Museos (ICOM) ha decidido poner en acción la Resolución “Sostenibilidad y la implementación de la Agenda 2030, transformar nuestro mundo” (Kioto, 2019). Siguiendo esta misma línea, ha propuesto como tema para celebrar el Día Internacional de los Museos de 2023: “Museos, sostenibilidad y bienestar”. De esta manera, los museos asumen el reto de involucrarse con algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, específicamente los objetivos 3 (Salud y bienestar), 13 (Acciones para el clima) y 15 (Vida en la Tierra).

Recibimos con alegría la invitación para participar en esta edición conmemorativa de la Revista Museu, donde deseamos compartir reflexiones sobre las temáticas seleccionadas por el ICOM, basándonos en una perspectiva crítica y en el diálogo con colegas del campo del patrimonio cultural. Sin embargo, también queremos abordar este tema con especial atención, ya que implica no tratarlo con ligereza ni frivolidad, dado que se refiere al respeto por la preservación de la vida.

Es un desafío para nosotras, también, debido al respeto que tenemos hacia la complejidad de la A2030. Para algunas expertas [iv], esta agenda puede interpretarse como un intento de mantener el sistema que genera los mismos efectos que las metas de la agenda pretenden mitigar y, en el mejor de los casos, erradicar. En los debates donde se señalan las inconsistencias y debilidades de la A2030 se tienen en cuenta aspectos concretos. Se critica, en primer lugar, la asimetría en la presentación de los intereses de las entidades involucradas, ya que, la A2030 haya sido el resultado de una amplia participación de distintos agentes, como la sociedad civil organizada, los organismos ministeriales y el sector privado, este último logró imponer los suyos. Asimismo, los analistas ponen de manifiesto la incongruencia de la universalidad de los ODS, especialmente luego de los cambios a nivel mundial como consecuencia de la crisis posterior a la Pandemia. Los ODS necesitan ser aplicados en espacios multisectoriales y multinivel, pero son sostenidos por los Estados que, a su vez, presentan desigualdades respecto a las condiciones de organización y coordinación de políticas públicas para lograr alcanzar las metas. Todo ello, con el agravante de que en todos los casos no existen las herramientas institucionales ni las infraestructuras necesarias, y finalmente, tampoco se han creado protocolos para responsabilizar ni penalizar a los Estados que no cumplan las metas.

La A2030, que no ha sido ajustada tras las transformaciones económicas y sociales mundiales de los últimos años y que no ha propuesto nuevas estrategias para alcanzar las metas establecidas, confirma y evidencia la desigualdad de condiciones entre los distintos Estados para abordar los problemas globales. Por esta razón, se ha planteado la necesidad de abandonar o reducir algunas metas, para evitar que los países con menos capacidad para alcanzarlas se vean en desventaja en el escenario internacional y para prevenir un fracaso total en la consecución de los objetivos.

Sin embargo, este panorama podría cambiar si todos los entes involucrados tuvieran intereses dirigidos hacia el logro de las metas de la A2030, y se mantuviera una gobernanza nacional comprometida que destine los recursos necesarios a través de acciones como un mayor control de la evasión fiscal y una justa tributación de las grandes fortunas, así como desembolsos públicos destinados a salud y educación, el fomento del uso de energías renovables y la conservación de la biodiversidad, entre otros. Asimismo, se requiere un compromiso real hacia una verdadera alianza y cooperación internacional basada en el empoderamiento, más allá de acciones caritativas, de los Estados más ricos hacia los menos favorecidos e históricamente explotados.

Además de eso, la A2030 presenta inconsistencias y contradicciones en cuanto al cumplimiento de los ODS, ya que cada una de las metas está interrelacionada con muchas otras y requieren ser abordadas en conjunto, es decir, están mediadas por la realidad que les rodea y por todos los factores que interactuan entre sí. Se ha advertido en varias ocasiones, por ejemplo, que es necesario separar el crecimiento económico del resto de los objetivos, ya que la forma en que éste se mide propicia acciones que atentan contra la consecusión de los otros ODS. Además, se cuestiona si las metas relacionadas a la mitigación y combate contra los efectos del colapso climático serían suficientes para lograr proteger el planeta, ya que para alcanzarlas es indispensable transformar contundentemente las expectativas de crecimiento económico y el consumo de energía.

Esas incongruencias y debilidades presentes en la Agenda 2030 demandan comprenderla desde un espíritu crítico. Es fundamental que este compromiso firmado vaya más allá de un conjunto de deseos irrealizables debido a la falta de voluntad política y a la dinámica de los agentes involucrados. Es necesario tomarlo como una oportunidad para desarrollar en la sociedad una visión crítica del presente y las condiciones reales para construir un futuro posible.

En este sentido, la vocación pedagógica asumida por los museos es clave. Sin embargo, es necesario reconocer que, según una investigación realizada en Españav en 2021, en la que participaron 114 museos, más del 24% de los participantes afirmó no conocer la A2023, mientras que en otros no se observó un conocimiento homogéneo ni una implementación de acciones que tuviera en cuenta sus contenidos, lo que pone de manifiesto el trabajo de base que es necesario llevar a cabo para asegurar un entorno en el que los museos sean verdaderamente partícipes de las medidas necesarias para alcanzar los objetivos planteados.

A pesar de todo esto, debemos resaltar que el sector museológico, además de la Resolución homologada en la Convención de Kioto (2019), contribuye con la A2030 desde la definición del Marco Conceptual Común en Sostenibilidad (2019). Estos documentos brindan a las entidades museísticas una base para plantear sus acciones y reflexionar sobre los conceptos de sostenibilidad y bienestar aplicados a organismos que a menudo no son sostenibles, ya sea desde el punto de vista presupuestario o ambiental. Es valioso que el sector participe en los debates que ponen de manifiesto los problemas del statu quo y analizan cómo las dinámicas globales son incongruentes con las soluciones propuestas para muchos problemas de desarrollo.

Por otra parte, además de potenciar el espíritu crítico mediante la promoción del debate sobre el tema, especialmente a través de acciones educativas dirigidas a los visitantes, los museos pueden y deben comprometerse institucionalmente con los ODS propuestos por el ICOM. Por ejemplo, pueden desarrollar su propia agenda, pero siempre desde condiciones éticas y respetando los derechos laborales y la inclusión, implantando protocolos mínimos para abordar la degradación ambiental y el uso de los recursos energéticos tanto en sus prácticas internas como externas. Esto, claro está, requiere asignación de fondos y compromisos profundos por parte de las entidades de cultura de los Estados y las propias instituciones museísticas, para que los esfuerzos de adaptación y transformación, incluso desde su forma de gestión, se traduzcan en cambios reales, medibles en el tiempo, y sean realmente beneficiosos para el medioambiente y el entorno social.

El sector museístico ha estado trabajando en esta dirección, y es importante recordar que los museos brasileños se encuentran entre los pioneros. Hace 13 años - desde la reglamentación del Estatuto de Museos [v] - se presentó una propuesta de estructura de plan museológico que incluye un programa específico para abordar los temas relacionados con los ODS mencionados: el Programa Socioambiental [vi]. Por lo tanto, en el caso de Brasil, es necesario evaluar lo que hemos logrado desarrollar y los efectos concretos de esas acciones, tanto en términos de cambios en los patrones de comportamiento institucionales como en los debates de la sociedad, y consolidar este enfoque ético y comprometido con el futuro.

A la propuesta brasileña han seguido también muchas otras en distintos ámbitos del mundo iberoamericano, con algunas de las cuales el Programa Ibermuseos ha creado una Miniserie con experiencias museísticas sobre las dimensiones de la sostenibilidad que es importante que conozcamos y compartamos con el afan de crear una comunidad que se sienta inspirada por las buenas prácticas, y que pueda plantear estrategias para crear sus propias propuestas y, también, evaluarlas.

Para avanzar en ello y de manera concreta, el Programa Ibermuseos, desde su Mesa Técnica de Sostenibilidad, acaba de desarrollar una importante herramienta de autoevaluación para las entidades respecto a sus buenas prácticas hacia la sostenibilidad y desde una perspectiva multidimensional: la Guía de Autoevaluación en Sostenibilidad de Museos. Con este cuestionario y sus 55 indicadores sobre las funciones básicas (preservación, investigación, comunicación y educación), sumadas a la función de cariz transversal, la gobernanza, será posible no solamente conocer el estado del arte del sector museístico iberoamericano respecto al tema, sino también y desde ahí, plantear políticas y prácticas eficientes y eficaces para lidiar con el más desafiador de los retos de la actualidad.


[i] Museóloga y arqueóloga, docente en el Departamento de Estudios y Procesos Museológicos de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro y del Máster Profesional en Preservación del Patrimonio Cultural del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional. Actualmente es docente en el Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: Este endereço de email está sendo protegido de spambots. Você precisa do JavaScript ativado para vê-lo. y Este endereço de email está sendo protegido de spambots. Você precisa do JavaScript ativado para vê-lo.
[ii] Arqueóloga y gestora del patrimonio cultural, especialista en educación y acción cultural en museos. Actualmente trabaja en el CIAT de la Universidad Politécnica de Madrid y es doctoranda en el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid.
[iii] En este artículo, elegimos el término personas, aunque implícito, para redactar un texto alineado al lenguaje inclusivo.
[iv] Ver Carbonell-Curralo, E. G. y Viñarás Abad, M. (2021). Museos y desarrollo sostenible. Gestión museística y comunicación digital para alcanzar los ODS.Revista de Ciencias de la Comunicación e Información, 26, 79-108. http://doi.org/10.35742/rcci.2021.26.e143 .
[v]  http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2011-2014/2013/decreto/d8124.htm
[vi] Ver https://www.revistamuseu.com.br/site/br/artigos/18-de-maio/18-maio-2012/8405-o-programa-sociomabiental-do-museu-da-republica-o-11-programa-de-um-plano-museologico.html y https://www.revistamuseu.com.br/site/br/artigos/18-de-maio/18-maio-2015/8380-museus-e-sustentabilidade-construindo-um-futuro-de-possibilidades.html


Entre em contato conosco!

Envie seus comentários, críticas e elogios sobre esse artigo para o email Este endereço de email está sendo protegido de spambots. Você precisa do JavaScript ativado para vê-lo. .

Os artigos e reportagens assinadas não refletem necessariamente a opinião do website, sendo de responsabilidade exclusiva dos respectivos autores.

Agenda

Seg Ter Qua Qui Sex Sáb Dom
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31